martes, 4 de mayo de 2010

El tren puede irse, pero la vías siguen ahí


“Te atrapa”, me dijeron… Y con acierto.

Cada segundo se suma a mi locura de forma exponencial.

Es un paisaje, es una película: es protagonista, ambiente, historia, silencio, imagen. Si se ríe, me transmite alegría y tranquilidad; si está cansada, me surgen de ganas de abrazarla; si el sol da en su cara, es simplemente espléndida; si me mira, me recorren escalofríos; si le hablo, me escucha, y piensa; y si habla, la escucho, y pienso. La sutileza justa, ideas claras, excepcionalmente hermosa…

Pero la vida no es tan romántica. La vida se trata justo de esto, de truncar esperanzas, de desgastar a las personas, de impedirles llorar de alegría y emoción.

-Se fue el tren- dijo. Y me invitó a responderle, aquí:

-Es verdad, lo veo... Casi que su música acompasada tengo que imaginarla. Sin embargo, noto que la noche es cálida, y ese banco parece ser cómodo. Debido a que no conozco un tren que sólo haya pasado una vez, y que por algo las vías continúan en su lugar, creo que me voy a acostar en ese banco. Creo también que voy a permitir adormecerme, soñar... Forma hermosa de esperar ese tren, que como todos, suelen recorrer el trecho más de una vez.

-...

-Y sí, siempre está el que llegó tarde... Si espera, para él también habrá tren, y camino.



Nacho Nz.

1 comentario:

  1. Hoy es un día distinto,
    nada cambió pero yo sigo.
    Persigo en vías con un pie afuera,
    miro de lejos y no regreso,
    al último vagón del tren q viaja
    rumbo al olvido, por tierra adentro.

    Con un pie afuera persigo en vías,
    no estoy adentro todavía.
    Voy persiguiendo último vagón
    del tren q viaja rumbo al olvido

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