lunes, 28 de junio de 2010

Mi método de estudio

Había prometido comentar mi lógica de estudio a las chicas de la Facu. Estudio Trabajo Social en la U.N.L.P. Tengan en cuenta que el método está pensado para la Universidad.
A la hora de encarar un texto, o una serie de ellos, recomiendo las siguientes consideraciones:

1. Tratar de pensar en quién escribe. Ver quién es el/la autor/a, de dónde es, cuándo lo escribió y en qué contexto. Pensar en quién te dio el texto para leer, la perspectiva de la cátedra o docente, para encuadrar en el contexto interpretativo. No siempre hay relaciones de causa-efecto, pero generalmente las ideas de los textos se vinculan con la línea de pensamiento de quien lo brindó.
2. Siempre ojear el texto antes de empezar a leerlo, los subtítulos, la estructura (Introducción, desarrollo, conclusión, en general).
3. Prepararse con concentración. La lectura es interpretativa, se debe tratar de entender lo que plantea el escrito.
4. Si se cuenta con tiempo, recomiendo primero leer todo el texto sin preocuparse por subrayar. Muchas veces uno está más preocupado por "encontrar lo que va" que por comprender la idea y el tema central. Si es necesario leer lento, se hace. No recomiendo dejar pasar demasiados párrafos a causa de una no comprensión, aunque muchas veces es necesario hacerlo, para no estancarse.
5. A la hora de subrayar (recomiendo para ahorrar tiempo, marcar los párrafos con corchetes: [...]) ATENCIÓN. Cuando volvamos a agarrar el texto, muy probablemente sólo prestemos atención a lo subrayado por nosotros, por lo tanto es una tarea crucial. Es preferible subrayar párrafos completos, ya que de esa forma la idea no se recorta, se capta de forma completa. Si hay alguna guía de estudio, darle bola a los conceptos que se consideran centrales, a su definición. Pero hay que entenderlos.
6. Los textos no son islas. Aprovechen todos los conocimientos que traen a la hora de la interpretación. Busquen relaciones con otros textos, ideas, SIEMPRE LAS HAY.
7. Yo no realizo resúmenes con mi letra, pero muchas veces pueden servir de reinterpretación. Recomiendo en la redacción de los resúmenes utilizar citas de párrafos considerados centrales, pero también y sobre todo, TUS PALABRAS. La capacidad de expresión tiene íntima relación con la interpretación. El esfuerzo que exige pensar en cómo resumir o comentar lo que otro autor ha escrito va a posibilitar interiorizar las ideas del texto. Éstas quedarán "guardadas", y se podrán exteriorizar de manera mucho más fluida tanto de forma escrita como oral cuanto más se haya entendido.
8. NO recomiendo el estudio de memoria exceptuando alguna definición de concepto. Te va a servir más a vos (y muchas veces es lo que los docentes pretenden) utilizar tus palabras para comentar y expresarte. Te ayuda a mejorar la lógica de pensamiento, ya que es una especie de ejercicio.
9. Realizar un esfuerzo crítico (por último en la enumeración pero durante toda la lectura), a partir de entender que todo escritor tiene intensiones, tiene una visión política, sobre todo en ciencias sociales. Por eso el punto 1. Los datos o interpretaciones no son "verdad", sino justamente una interpretación cultural y política de la realidad.

Espero que les haya servido, aunque sea a alguno. Si rinden algo, tomen los consejos, y después me cuentan tanto los resultados académicos como los temas que prepararon, me interesa.

Recuerden que el mundo sigue estando dado vuelta, y somos nosotros los que podemos comenzar a darle otro color a la vida. Amen, piensen, critiquen y hagan. Saludos,

Nacho Nz.

lunes, 21 de junio de 2010

Grito y no corran, ya se encargarán de mí




No sé qué escribir, pero quiero.
Así que esto es como una liberación de las restricciones del inconciente, lo que sale, sale y se escribe.
Dream, sueño, Theater, teatro.
Teatro del sueño, sueño, somnolencia, no horizonte, meta.
Sueño, la vida se va en un sueño, el tiempo va de la mano con la almohada, y la comodidad molesta, es incierta, pero confortable.
Pero ni eso, en realidad es una comodidad propia de la incapacidad para evaluar otras alternativas.
No es necesaria la catástrofe para desarmar el espíritu, es la consistencia de la tensión encubierta la que sume el alma en el sopor. Es el constante fastidio.
Y la música, una vez más, droga de mente, píldora contra el insomnio. Es un devenir en abstracciones que hieren, desgarran el cuerpo, las ganas.
Porque estamos despiertos, soñando que el sueño va a llegar a la mañana convirtiéndose en su opuesto, pero el día es parte del sueño y la duda carcome la conciencia, ¿estamos despiertos?
Cuando el querer dormir no brinda nada, quiero dormir, pero, ¿por qué? No hay cansancio válido, al menos no lo encuentro en el día. Llega la noche y el sueño aparece como necesario, pero no se justifica, no hay relación con lo dispuesto durante la luz.
Los días comienzan a alargarse, más luz, menos análisis.
La compañía de todos es inestable, ¿no?
Son cuerpos que se cruzan y podrían no cruzarse, la constitución de uno ya es suficiente relación, y ahora quiero la isla.
La arrogante respuesta a la pregunta del millón no vale, el mundo es visto desde arriba, y no hay un lugar contra el asedio de las rutinas.
Y mi música me tranquiliza, me sume en la nostalgia, esa angustia que añora justamente lo que no podemos entender.
¿Qué hacemos acá? ¿Por qué por más que hacemos todos los esfuerzos por comprender no hay razón que valga contra la abundancia de obstáculos?
¿Y en relación a qué son obstáculos?
No se entiende, nada se entiende, nada justifica el mundo, el mundo, ¿qué es el mundo?
Somos millones de personas que no nos conocemos, ni queremos conocernos, ni se podría generar un conocimiento total del mundo. Somos casi todo para nosotros mismos pero casi nada para el universo.
La vida es una mentira, es corta, fea, triste, desconcertante, y encima no hay opción en ella.
Está la opción fuera de ella, la que recupera la posibilidad que nos es usurpada antes de nacer, la opción sobre el venir o no al mundo.
No hay opción, y sin más, no hay nadie.
Constantes intentos de plantearse una situación donde querríamos compartir, pero, al fin, no hay nadie.
Salimos y seguimos la historia, y nos vamos sin dejar más que recuerdos, por lo tanto, no hay nadie, no hay sentido en nada. No hay nada que buscar, no hay nada que encontrar, maldigo el día que todo comenzó para el tiempo. Una tortura constante sobre las neuronas trabajando aún de forma más inentendible y mecánica que la tecnología opresora de deseos. Al fin y al cabo, han sido los hombres los que se forjaron el destino de la incertidumbre, la desgracia, el dolor, la visión de la muerte como antítesis de una vida que engendra, en realidad la muerte y el infierno en su seno.
Los hombres, capaces del amor, del placer, de la risa, de la idea, de la tortura, de la ambición, de la guerra, del pánico y el silencio.

Grito y no corran, los hombres y el dispositivo de entretenimientos tortuosos se encargan de los pensamientos encarnados como estos. No será más que una pasajera situación, volverán al lugar de los ojos triturados, del convencimiento de la realidad monótona de mierda.

Nacho Nz.