lunes, 24 de mayo de 2010

¿Qué estamos por festejar?


200 años...

¿de qué?

Ante todo, debemos decir que de la Independencia...

¿de qué?

Pasamos de depender del poder colonial español, de comenzar un exterminio de pueblos originarios, sólo para continuarlo, con artilugios discursivos como el crisol de razas, la pequeña Europa. Ideas liberales en lo económico y conservadoras en lo político una nueva clase dirigente argentina, que pactó con capital industrial británico una nueva dependencia. Con Roca, Sarmiento y compañía se realizó un terrorífico genocidio en la denominada campaña del desierto. A partir de las luchas de los sectores anarquistas y estudiantiles, se fueron consiguiendo logros como la ley de sufragio universal masculino y la reforma universitaria, para nombrar sólo un par. Luego, por 1910 siguieron los etnocidios, ahora en Chaco. Con el derrumbe de la economía a nivel global producto de la crisis capitalista del 30 y la Segunda Guerra Mundial, Argentina tuvo un coyuntura favorable para la instauración de un modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones. La conciencia política fue monopolizada y manipulada por Juan Domingo Perón, con su paternalismo y formación facista. Época de nacionalización de empresas. Que duró poco. 20 años de una ciclotímica democracia prescriptiva dieron lugar a una de las mayores matanzas y atentados de Estado contra los derechos humanos. Torturas inimaginables, desapariciones, robos de bebés, asesinatos acompañaron las primeras medidas en materia económica ligadas al neoliberalismo. Ya no dependíamos de Inglaterra, hacía ya unos años cambiamos de dueño: el capital financiero estadounidense. Bancos y empresas multinacionales comenzaron a hacerse de nuestros recursos y mano de obra, un festín, siempre amparados por nuestros representantes políticos, por supuesto. Década de los '90: Hiperinflación, desocupación, privatización, recorte de presupuesto público, indultos y leyes asquerosamente reaccionarias, pobreza.

¿Qué me vienen con el bicentenario? ¡Hipócritas!

La historia de nuestro país, como la de Latinoamerica toda, no es más que una carrera de postas de grandes amos en cuestiones políticas y económicas, y hace un tiempo, culturales.
El pueblo ha sido acallado, reprimido, empobrecido, convencido.

No encuentro razones para festejar nada, opino que se debería tomar más bien como un momento de reflexión.

No soy patriota, en absoluto. Una bandera, un himno, un límite territorial arbitrario no forjan mi identidad.

¡¡¡¡Latinoamérica libre e independiente!!!!

Nacho Nz.

domingo, 16 de mayo de 2010

Cosas mundanas



Así se titula una canción de Pájaros de Sal.
"Cosas mundanas"...
Deberíamos poder distinguir, entre lo real, lo necesario, lo buscado, y lo premeditado, lo generado, lo inculcado.

¿Hay algo tan pero tan desado que valdría la pena que dejaras el mundo si se consiguiera?

Ésa es la pregunta.
Ahí quizá se nos aparece, aún solapada, la esencia por la cual continuamos viviendo. En mi caso, no puedo más que imaginar, soñar, ya que el fin es tan deseado como vasto e improbable. El trabajo es constante, el esfuerzo por no perder de vista el oasis requiere toda la atención. Y es desagastante. El silencio conspira contra la conciencia, el bullicio cumple su parte, también.
Una vez más, el punto inicial: debemos poder distinguir. La casualidad se da al entrar a una panadería y que queden las últimas tres bolas de fraile con dulce de leche. Aunque quizá para algunos tampoco eso sea casualidad.
No es casualidad el ladrillo, tampoco el atrapante brillo del cartel. Menos aún la lección de historia, y nunca, pero nunca, la cabeza sin conmoción ni memoria.
El campo de juego es pequeño, las reglas así lo marcan. Pero, además, ¿para qué salir, si están acá los aromas que valoro, los canales que disfruto, los miedos que me acompañan, las vendas para mis ojos...?

Nada, hace ya unos cuantos cientos de años, es casualidad. Si nos sorprenden los avances tecnológicos que vamos escuchando, si admiramos las cuestiones incomprensibles de lo imponente, los invito a preguntarse junto conmigo: ¿cuánto habrá que no conoceremos jamás? Y vayamos más lejos, ¿cuánto de lo que nos rodea a cada instante involucra en su misma creación aspectos intencionados?
Nada de esto es casualidad.
En un ratito que te quede, preguntate qué querés. Dudá de colores, marcas, sonidos, chistes, carisma, prejuicios.
Preguntá a tu persona sobre todo, y comentalo.

...

Nos vemos cuando sumemos sueños, amor y bronca, que lo improbable nos está esperando.

"En un planeta oscuro de razón, crecen niños sin jugar, entre fútbol, bares y adicción se distrae nuestro corazón, buscando una canción, buscando
e s t a l l a r." (Gabriel Vuano)

Nacho Nz.

lunes, 10 de mayo de 2010

¿Cómo te llega la Música?

La Música es un producto cultural, humano; es un modo de exteriorizar y dar a conocer aspectos subjetivos, invisibles si sólo miramos.

La Música expresa estados de ánimo, sentimientos, deseos, ideas, momentos, historias; y así es ella, gentil, grata: en algún momento ella vuelve, a endulzar nuestros oídos, como devolviéndonos el favor de su creación.

Para cada instancia, se ha dotado de un poder terapéutico que, creo yo, ya es innegable. Es algo así como un nexo, entre lo concreto del mundo y las posibilidades infinitas de nuestras reflexiones. Dispara sobre nosotros, con una frase, con un arpeggio, con un solo, improvisando, nuevos elementos, propone caminos desconocidos.

Debe ser tenida en cuenta como una imprescindible referencia emocional:

"Cuando el fuego crezca quiero estar allí."
(Carlos Solari)

Nacho Nz.

jueves, 6 de mayo de 2010

Fruto de la historia


Somos fruto de la historia, recorte del tiempo, movimiento.
Somos pura contradicción, entre lo que pensamos y lo que hacemos.
Somos también la construcción, que permite la transformación,
y somos nosotros los que no lo permitimos.

Sumidos en el frenesí de colores y sonidos que tanto nos angustia, pensamos más de una vez en parar a descansar. Y no lo hacemos. Creemos que conocemos y sin embargo, nos conocen. También nos creemos libres, cuando es eso lo que nos falta, lo que nos es apropiado en cada instante.

Quizá sea éste un buen punto de partida, los que vienen lo dirán.
Solemos reprocharnos actos, por tildarlos de inmorales.
Y yo digo que la moral no existe como tal; que las cadenas están hechas para probar su fuerza; que esa prueba nos corresponde, o nos condena.

Y en en camino del día, al menos por un momento, no está mal salir de acá para pensar allá. No está mal, mirar extrañados el cielo, el suelo. Está bien cambiar de rumbo, buscar el que se plantea desafiante. Está perfecto el encuentro con extraños, movidos por el dolor. Es la que va, dejar de mirarse el pecho y mirar alrededor.

Somos fruto de la historia, y los que vienen lo serán. Es Historia lo que hacemos, vamos a pensarla más...

Nacho Nz.

martes, 4 de mayo de 2010

El tren puede irse, pero la vías siguen ahí


“Te atrapa”, me dijeron… Y con acierto.

Cada segundo se suma a mi locura de forma exponencial.

Es un paisaje, es una película: es protagonista, ambiente, historia, silencio, imagen. Si se ríe, me transmite alegría y tranquilidad; si está cansada, me surgen de ganas de abrazarla; si el sol da en su cara, es simplemente espléndida; si me mira, me recorren escalofríos; si le hablo, me escucha, y piensa; y si habla, la escucho, y pienso. La sutileza justa, ideas claras, excepcionalmente hermosa…

Pero la vida no es tan romántica. La vida se trata justo de esto, de truncar esperanzas, de desgastar a las personas, de impedirles llorar de alegría y emoción.

-Se fue el tren- dijo. Y me invitó a responderle, aquí:

-Es verdad, lo veo... Casi que su música acompasada tengo que imaginarla. Sin embargo, noto que la noche es cálida, y ese banco parece ser cómodo. Debido a que no conozco un tren que sólo haya pasado una vez, y que por algo las vías continúan en su lugar, creo que me voy a acostar en ese banco. Creo también que voy a permitir adormecerme, soñar... Forma hermosa de esperar ese tren, que como todos, suelen recorrer el trecho más de una vez.

-...

-Y sí, siempre está el que llegó tarde... Si espera, para él también habrá tren, y camino.



Nacho Nz.

Casi, casi nada me resulta pasajero

¿Será posible?
¿Cómo puedo explicarlo?

Hay algo en mí que está empezando a asustarme,
cosas de hechicería desafortunada. (Carlos Solari)

Se trata sin duda de una deficiencia en el proceso de elección. De otro modo estaría desviando la atención hacia afuera de lo que me corresponde como responsabilidad. Hay algo de la ecuación que no respeta la igualdad. Porque una vez, puede ser; dos, digamos que es raro pero no imposible; ahora, si cinco veces se te superpone la realidad con los sueños, o estás errando en el sueño o bien la realidad se plantea desafiante...

Se suele argumentar que no las entendemos. Cuando empezamos a conocerlas creemos que a la par comenzamos a comprenderlas, y las valoramos. Pero de forma casi impredecible, la nueva ecuación tampoco parece poder aplicarse, ya que la ontología de lo femenino en nada refleja el camino teórico por nosotros realizado.
Pero toda dialéctica implica un movimiento que provoca que la nueva afirmación se distinga de la primera por ese proceso exceléntemente denominado "génesis".

Hay nuevas consideraciones a tener en cuenta, la práctica ha refutado a la hipótesis y tenemos nuevos enunciados para continuar.

Estaré atento, porque "si te sentás a esperar que vengan por vos los sentimientos, vas a esperar tanto tiempo que ya la vida estará de vuelta. Este tren se va y en el andén sólo quedan esos que quieren sentir que mañana sabrán dónde ir". (Gustavo Nápoli)

Nacho Nz.