sábado, 3 de julio de 2010

La Vergüenza

Una chica a través de su blog, indirectamente me sugirió este tema, aunque no lo sepa ni se lo haya propuesto. Aclaro para evitar confusiones que la dama no es objeto del tema, en todo caso lo seré yo, sólo que con un escrito me ha hecho pensar. Ahora sí:

¡Qué terror, caer en la vergüenza, ¿no?!
Pero, ¿qué es?
Es ante todo, una relación. Sentimos vergüenza siempre en relación a alguien, que puede ser incluso uno mismo. Sin embargo no ante cualquiera ni en cualquier circunstancia.
Es una sensación de incomodidad e incertidumbre, pero si realmente la pensamos, la vergüenza es la lucha que realizamos para ocultar esa sensación, la cual nos delata. Es el tremendo sentimiento de que finalmente "se notará" lo que uno no quiere que se note, lo que uno niega, lo que no acepta.
¿Por qué es producida nuestra vergüenza?
Por lo anormal. La no-norma, el distanciamiento de lo esperable, de lo socialmente deseable.
Vergüenza cuando realizamos una actividad que rompe con el esquema previsto, y que uno sabe que va a generar reprobación o burla en el otro, la otra, los otros u otras.
Vergüenza cuando se desnuda una verdad, de la que solemos ser partícipes o en alguna medida, responsables.
Vergüenza entonces, como oposición a la anormal verdad que incomoda; y ¿qué es lo que realmente nos incomoda?
Nos incomoda la incapacidad de dilucidar los pensamientos de ese otro. Nos incomoda toda una serie de asociaciones que creemos pueden realizarse en las ideas de ese otro, como la relación entre la verdad y el yo, como las implicancias de burla, como la no aceptación de lo que nosotros ya anteriormenta habíamos negado.
¿Es buena o mala la vergüenza? ¿Está bien o está mal?
¿Tienen validez estas preguntas?
Respondo a la tercera que creo que no.
Como un buen ejercicio de pensamiento, de búsqueda de conocimiento, nos propongo indagar las causas de cada situación donde nos surja la vergüenza. Quizá no en el preciso momento en que nos posesiona, pero luego.
Si ella niega la anormal verdad que incomoda, es el perfecto indicador para comprender algo más de nuestra propia personalidad y de los parámetros de normalidad a los cuales nos sometemos; para entender lo que nos incomoda, y ante quién o quiénes, y quizá también algo del porqué.
Pensemos entonces, abstrayendo esa situación, y encontraremos, seguramente, algo de nosotros que no conocíamos, o que en realidad sí conocíamos a la vez que ocultábamos.

Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué?Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué? Y, ¿por qué?

Somos nuestros actos y sus condicionantes, ahora, a pensarlos, a transformarlos, sin tanta vergüenza che...

Nacho Nz.

Agradezco y atribuyo la inspiración a Araina, desde España, a través de http://lasoledaddeunnumeroprimo.wordpress.com/

6 comentarios:

  1. Caminando por la calle siempre noto que algo falta. No es el dios ni la promesa, no es el dueño ni su empresa.
    Caminando por la calle con espanto me doy cuenta: por su rastro, por su huella, lo que falta es la vergüenza.

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  2. Hace falta un poco de vergüenza, es verdad, siempre y cuando logremos entenderla y hacer lo necesario para cambiar lo que creamos conveniente.
    A Sol: Éso es bueno, muy bueno.
    A Fefe: Grande chabón.

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  3. wow no me imaginaba que fuera fuente de inspiración..... Pero.... ¿tengo que inspirar sobre la vergüenza? si hubiera sido la soledad que es mi tema principal... o el amor... la amistad... pero la vergüenza? mira que he escrito cosas para que te tengas que quedar con esa!
    Un saludo!

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  4. Tengo la impresión q la vida me lleva
    insensible, inconciente, a perder la vergüenza.
    Hoy me da lo mismo sucio o impecable,
    la rutina y su inercia me hicieron descartable...

    Ahora tu vergüenza LA CALLE TE LA ROBA
    está llena de ella adonde sea q corras.
    Y Ahora hasta la vergüenza en la calle te roban:
    hay mucho sinvergüenza, hay mucho cara rota.
    No soy el único, estoy seguro

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  5. La vergüenza está en cada decisión, en cada construcción. La vida son derechos, que hasta la muerte se exigen, hasta la muerte se esconden.

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